Hay ocasiones en las que es necesario que las direcciones IP no cambien, como cuando vas a configurar un servidor de datos, una web o un servidor de correo electrónico. Es aquí donde entran en juego las direcciones IP fijas, que son esas que nunca cambian y se mantienen siempre las mismas para determinados equipos o dispositivos conectados.
Este tipo de direcciones suelen ser de pago, y suelen utilizarse por servidores FTP, bases de datos o servicios de correo electrónico. También se le asignan a los servidores que trabajan para el alojamiento de webs, ya que de estar manera cuando un dominio intenten buscar cierto sitio web apunte a una dirección IP concreta en la que esta alojada la web, no habrá problemas a causa de que esta dirección IP haya cambiado o se haya modificado.
La ventaja de estas direcciones IP es que ofrecen conexiones mas estables y mayores velocidades, así como un control exlusivo al no ser utilizada para nadie mas. Sin embargo tienen algunos inconvenientes, como que al tener siempre la misma dirección quedas mas expuesto en cuanto a seguridad online se refiere